El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kelly, prometió que su Gobierno seguirá trabajando con los de México y los países de Centroamérica para erradicar a los traficantes de personas y llevarlos a la Justicia, tras la muerte de nueve inmigrantes que estaban encerrados en un camión en Texas.
«Esta tragedia demuestra la brutalidad de la red (de tráfico de personas) de la que hablo a menudo. Estos traficantes no tienen consideración por la vida humana y solamente buscan beneficios económicos», dijo Kelly en un comunicado.
«El Departamento de Seguridad Nacional y sus socios en Estados Unidos, México y Centroamérica seguirán erradicando a estos traficantes, llevándolos ante la Justicia y desmantelando sus redes», añadió el funcionario.
Nueve de esos inmigrantes, dos de ellos menores, han fallecido aparentemente por asfixia o por un golpe de calor, pues no funcionaba el aire acondicionado en el camión y los termómetros habían llegado ese día a una máxima de 37,7 grados centígrados en la ciudad.
Ocho de los inmigrantes ya estaban muertos cuando llegó la policía, mientras que uno de ellos murió más tarde en un hospital de la zona, y un total de diecisiete personas se encontraban en «estado crítico o muy grave» cuando fueron trasladados a centros médicos, según las autoridades.
En su comunicado, Kelly destacó la labor de los trabajadores de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que «no solo investigan y ayudan a juzgar incidentes horribles como este, sino que ellos y sus colegas de la Protección de Fronteras y Aduanas (CBP) trabajan duro día y noche, 365 días al año, para prevenir muertes y heridas sin sentido como estas».
«Ellos arriesgan sus vidas para rescatar y salvar las vidas de aquellos que intentan el peligroso viaje hacia el norte mediante las redes de abuso y muerte», agregó Kelly, cuyo Departamento engloba a la ICE y la CBP.
Thomas Homan, director interino de ICE, catalogó hoy el suceso como un «acto atroz» liderado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que «no le importa la vida de las personas con las que comercia».
Homan señaló que ICE se encargará de las investigaciones en este caso por tratarse de contrabando de personas, que constituye un delito federal.
El conductor del camión, identificado como James Bradley, es por ahora el único detenido, y puede llegar a ser acusado de cargos penales tanto estatales como federales.