Aseguró que la Fiscalía no apeló la decisión porque estuvo de acuerdo con la misma.
Jiménez Acosta defendió su honorabilidad de 47 años como miembro del tren judicial y reiteró que en ese momento actuó “atendiendo a recomendaciones de la Fiscalía, que aseguraba que el prisionero padecía de un cáncer terminal en la lengua”.
Dijo que dispuso el cambio de la pena motivada a que varios médicos de San Francisco de Macorís y Santiago certificaron que la enfermedad del prisionero era real.
Explicó que basó su decisión en las certificaciones que le fueron entregadas por la clínica Unión Médica del Norte, cuyo laboratorio de patología, citología e inmunohistoquímica indicó que “Quirinito” padecía de un carcinoma epidermoide bien diferenciado, infiltrante y ulcerado en la lengua.
Informó que la certificación fue firmada por el oncólogo César Augusto Núñez Rojas.
Dijo que recibió otro documento del Instituto Oncológico del Nordeste, firmada por el doctor Ángel Garabot Polanco, quien certificaba las condiciones de salud de “Quirinito”, condenado a 30 años de prisión por la muerte del español Gustavo Adolfo Cervantes en 2008.
En ese sentido, manifestó que actuó en base a esas certificaciones, las cuales avalaban que ‘Quirinito’ tenía un carcinoma agudo, una enfermedad terminal.
Indicó que se enteró por los medios de comunicación de que había sido suspendida por el Consejo del Poder Judicial.
De acuerdo a documentos, ‘Quirinito’ falleció el 6 de julio pasado. Sin embargo, una investigación de la Procuraduría General de la República determinó que las certificaciones habían sido adulteradas y que Quirinito seguía vivo y en libertad, por lo que ordenó su búsqueda y captura.