“Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad: Un segundo aviso” es el título del artículo que firmaron ayer en la revista BioSience, en el que hablan de las “señales obvias de que vamos por una camino insostenible”, aunque también ofrecen acciones para intentar revertir las actuales tendencias.
En los últimos 25 años las tendencias en nueve temas medioambientales “sugieren que la Humanidad sigue arriesgando su futuro”, aunque hay algunas excepciones como la estabilización de la capa de ozono.
Sin embargo, “la Humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para proteger nuestra biosfera en peligro”, según los firmantes del artículo, pues “la abrumadora mayoría” de las amenazas que ya se habían descrito persisten y, “de manera alarmante, la mayoría están empeorando”.
Por ello los científicos sugieren trece áreas en las que actuar para revertir esas tendencias negativas y sugieren que puede ser necesaria una corriente de presión pública para convencer a los líderes políticos para que adopten las medidas correctivas apropiadas.
Crear más reservas terrestres y marinas; fortalecer la aplicación de las leyes contra la caza furtiva y las restricciones al comercio de especies silvestres; ampliar los programas de planificación familiar y de educación para las mujeres; promover un cambio de dieta basada en las plantas y la adopción “generalizada” de energías renovables y tecnologías “verdes” son algunas de sus propuestas.
Esta es la segunda advertencia sobre los peligros del futuro pues todas las tendencias han empeorado desde 1992, cuando más de 1.700 científicos, entre ellos todos los premios nobel, firmaron “Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad”, publicada por la Unión de Científicos Preocupados.
La nueva advertencia ha sido escrita por un equipo internacional liderado por el profesor William Ripple de la estadounidense Universidad de Oregón, usando datos de agencias gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro e investigadores individuales para advertir sobre los “daños sustanciales e irreversibles” a la Tierra