París, 8 mar.- España ocupa el puesto número 12 del mundo por la menor discriminación de las mujeres en sus leyes y normas sociales, por detrás de otros 11 países de Europa occidental, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“España tiene un puesto muy bueno en el ránking mundial”, destacó a Efe Manuel Escudero, el embajador español y presidente del Centro de Desarrollo de la OCDE que se encarga del informe mundial sobre las instituciones sociales y la igualdad de sexos (SIGI) en el que aparece el llamado índice de género, presentado este viernes.
El nivel de discriminación global en España es del 14 %, superior a los de Suiza (8 %), Dinamarca (10 %), Suecia (11 %), Francia (11 %), Portugal (11 %), Bélgica (11 %), Austria (12 %), Eslovenia (13 %), Alemania (13 %), Italia (14 %) y Estonia (14 %).
Con un “muy bajo nivel de discriminación” también están Colombia en la posición 14 (15 %), Reino Unido en la 24 (17 %), Estados Unidos en la 26 (18 %), la República Dominicana en la 28 (18 %) o Nicaragua en la 30 (19 %).
Ese indicador, que teóricamente puede variar entre 0 % (ninguna discriminación) y 100 %, y que en la edición 2019 del informe se ha calculado para 120 países de todo el mundo para los que hay datos comparables, es una síntesis ponderada de más de una treintena de variables que se agrupan en cuatro grandes campos.
Se refieren a la discriminación dentro de la familia, a las restricciones a la integridad física, a las limitaciones a los recursos productivos y financieros, y a las libertades civiles.
España tiene una muy buena calificación en las restricciones a las libertades civiles de las mujeres, con sólo un 6 %, porcentaje que únicamente es mejor en Francia (5 %).
También son relativamente favorables las de las limitaciones al acceso de los recursos productivos y financieros (11 %) y de las restricciones a la integridad física (12 %), mientras que el gran punto débil son las discriminaciones dentro de la familia (28 %).
Para Escudero, eso muestra que hay una asignatura pendiente en la conciliación de la vida familiar y laboral.
El embajador aprovechó para hacer notar que las medidas del real decreto ley sobre la igualdad laboral adoptado el pasado día 1 por el Gobierno español “van directamente a la diana”.
Una de las autoras del informe precisó a Efe que una de las razones de la mala nota de España en los parámetros vinculados a la familia es porque se siguen permitiendo las bodas de menores de edad, que en la práctica se traducen en matrimonios de chicas muy jóvenes (mucho más que de chicos), lo que conlleva para ellas menos formación y menos posibilidades laborales.