El Papa Francisco denuncia el abandono de «muchos cristianos»

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ROMA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) – El Papa ha presidido la misa del Domingo de Ramos en la que ha denunciado que hoy hay muchos «cristianos abandonados» que son «descartados con guante blanco» y ha instado a que su voz no «se pierda en el silencio ensordecedor de la indiferencia.

«Hay tantos cristianos abandonados invisibles, escondidos, que son descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos que han sido dejados solos, enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor», ha exclamado el Papa durante la homilía del primer día de la Semana Santa que conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.

Así, ha recalcado que hay pueblos enteros explotados y abandonados a su suerte. «Hay pobres que viven en los cruces de nuestras calles, con quienes no nos atrevemos a cruzar la mirada; emigrantes que ya no son rostros sino números; presos rechazados, personas catalogadas como problemas», ha agregado.

Francisco ha llegado a la plaza de San Pedro para presidir la misa solemne del Domingo de Ramos un día después de recibir el alta del hospital romano donde estuvo ingresado cuatro días por una bronquitis.

Está previsto que el Papa presida las ceremonias de la Pascua, pero no que las celebre, lo que corre a cargo de diversos cardenales. Así, el encargado de celebrar la Eucaristía este Domingo de Ramos junto al obispo de Roma ha sido el purpurado Leonardo Sandri, argentino como Bergoglio. Se pretende así evitar que se fatigue tras su hospitalización, repitiendo una fórmula que ya se experimentó durante la Semana Santa del año pasado debido a los problemas de movilidad del Pontífice. Ocurrió lo mismo en el funeral de Benedicto XVI el pasado mes de enero.

Durante la homilía, el Pontífice ha destacado que las «personas rechazadas y excluidas» son iconos «vivos» de Cristo. «Nos recuerdan la locura de su amor, su abandono que nos salva de toda soledad y desolación», ha dicho.

Por ello, ha instado a los católicos a que sepan amar a Jesús «en cada persona abandonada». «Pidamos la gracia de saber ver y reconocer al Señor que sigue gritando en ellos. No dejemos que su voz se pierda en el silencio ensordecedor de la indiferencia. Dios no nos ha dejado solos; cuidemos de aquellos que han sido dejados solos», ha recalcado.

Del mismo modo, ha manifestado que Jesús sufrió en sus carnes el alejamiento del abandono para «acoger en su amor» las caídas y la desolación de la humanidad y, en concreto, para que ninguno «pudiera considerarse solo e insalvable».

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