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Ha sido injusto el olvido y desamparo que ha padecido San Pedro de Macorís, otrora principal centro comercial del país, hacia mediados del siglo XVIII y XIX.

El presidente Luis Abinader tiene la mira puesta en esta provincia, evidenciado con visitas y medidas adoptadas, incluida la firma para la exploración y explotación de hidrocarburos en su cuenca marítima.

Si hay petróleo en sus costas, “este pueblo se levantará como el ave Fénix”, coinciden los petromacorisanos.

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También, la rehabilitación y ampliación del puerto es otro componente esencial en la motorización del desarrollo local.

El gobierno suscribió un contrato con la empresa estadounidense Apache Corporation, cuya inversión llegaría a cien millones de dólares.

Ese proyecto deberá ser refrendado por el Congreso y es casi seguro que no habrá obstáculo, ante su importancia y trascendencia.

Los legisladores de San Pedro de Macorís deben ser los primeros en defenderlo, incluyendo al senador peledeísta Franklin Peña.

La Sultana del Este fue epicentro económico con una sólida industria azucarera inicialmente en manos del sector privado, que posteriormente, pasó a ser controlada por el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Más de un siglo dependiendo de la industria azucarera, que fue su principal activo económico y generador de empleos, y posteriormente, la Zona Franca, Macorís se dirige hacia la industrialización de otras fuentes productivas, con la instalación de un moderno parque energético a base de gas natural.

Perfil industrial

El gobierno apuesta a un nuevo modelo de inversión público-privada, basado en la exploración de hidrocarburos para la búsqueda de petróleo crudo y gas natural, dos componentes de primerísima importancia en la generación de electricidad.

Abinader al valor la trascendencia de esa iniciativa, dijo que: “La firma que hoy hacemos con la empresa Apache Corporation para la exploración y producción de hidrocarburos en la cuenca de San Pedro de Macorís, costa afuera, marca un hito por su gran importancia en la historia de la República Dominicana”.

El sector privado ha encaminado en los últimos cuarenta años, iniciativas desarrollistas en esta comarca, habiendo estado ausente el brazo ejecutor oficial.
Las inversiones se concentran básicamente en el turismo con el surgimiento de diversos proyectos hoteleros, mobiliarios y centros de atracción para el visitante nacional e internacional.

De hecho, en Juan Dolio y Guayacanes se hicieron las primeras inversiones turísticas, a finales de la década del sesenta. Luego, siguió Puerto Plata.

La estocada mortal a la economía de San Pedro la dio el expresidente Leonel Fernández, al disponer el cierre de los ingenios azucareros estatales sin buscar otra alternativa a corto plazo.

Desempleo, violencia callejera, inseguridad, atracos y frustraciones colectivas comenzaron a apoderarse entre sus comunitarios. Los trabajadores cañeros ni se enteraron del destino final de los rieles y chimeneas, que posteriormente se supo, fueron a parar a China, vendidos como hierro-chatarra.

El gobierno de Danilo Medina, nada hizo por la Sultana del Este, que ha tenido que resistir estoicamente la desidia e irresponsabilidad del aparato oficial.

Provincias Relegadas

Las provincias de El Seíbo, Hato Mayor del Rey y San Pedro de Macorís, cargan la cruz pesada de la relegación. Aunque es injustificable que por ejemplo, La Altagracia y su municipio cabecera, Higüey, no dispongan de un moderno acueducto que supla de agua potable a sus moradores.

Problemas de abastecimiento de agua potable; deterioro de las vías públicas, falta de fuentes de trabajo, deficiencia del sistema de alcantarillado pluvial y sanitario, rescate de sus recursos hídricos así como del mejoramiento de viviendas y acondicionamiento de sus viejas instalaciones son algunas de las penurias primarias.
Necesidades

La actual administración debe contemplar construir una presa para aprovechar los caudales de los ríos Higuamo, Soco y Chavón, en la zona oriental, asegurando así el abastecimiento de agua a sus habitantes y a los centros hoteleros.

Hay barrios de El Seíbo, La Romana, Hato Mayor del Rey y San Pedro de Macorís, donde sus moradores no tienen agua potable en sus hogares.

Desde las esferas gubernamentales hay señales de que la región Este, tendrá un mejor porvenir, y ello, ha llenado de optimismo y regocijo a sus habitantes. ¡Ya era hora!
Iniciativas

El presidente Luis Abinader, tras asumir el poder el 16 de agosto pasado, ha acudido a San Pedro de Macorís y Hato Mayor del Rey, interactuando con sus comunitarios y sectores representativos del comercio, agricultura e industria.

La mayor expectativa es la modernización del muelle de San Pedro y áreas circundantes del río Higuamo, para ser transformado con fines turísticos y comerciales. La obra más demandada en cinco décadas.

A espera de un informe técnico y tras escuchar propuestas acerca de la viabilidad de transformar el muelle del Macorís del Este en turístico y comercial, el Gobierno podría decidir en el 2021, qué hacer con la vieja infraestructura marítima.

Modernidad

En alianza público-privada, quedó inaugurada la planta de gas natural Cespm-Energas en la provincia de San Pedro de Macorís, que aportará 300 MW y ahorraría al país mil millones de dólares.

La transformación realizada reducirá en 460,000 toneladas métricas anuales las emisiones de dióxido de carbono, y en más de 1,050 toneladas al año los gases de efecto invernadero, según explicó González Bunster, presidente del consejo de directores de Energas.

Igualmente observó, que su impacto se traduce en reducción de un 60% de la huella medioambiental de la empresa.

El sistema eléctrico nacional debe fortalecerse a partir de estas nuevas iniciativas que abren las compuertas hacia un mejor porvenir. El tiempo dirá.
El autor es periodista y catedrático universitario.

Por: Manuel Díaz Aponte
manueldiazaponte@gmail.com

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