Miles de manifestantes salen este sábado a las calles de Estados Unidos para defender el derecho al aborto, amenazado por la Corte Suprema, que parece dispuesta a rever su histórica decisión de 50 años atrás.
Las protestas programadas de costa a costa llegan como respuesta a un borrador de fallo final filtrado en medios en el cual la Suprema Corte de Estados Unidos, de mayoría conservadora, estaría considerando derogar la decisión del emblemático caso «Roe vs. Wade», que en 1973 garantizó el acceso legal al aborto en todo el país.
Unas 450 concentraciones están previstas en todo el país, incluidas grandes marchas en Washington, Nueva York, Chicago, Austin y Los Ángeles.
En la capital, la manifestación comienza a las 14H00 hora local (18:00 GMT) y se dirigirá a la sede del tribunal supremo. Los organizadores esperan al menos unas 17.000 personas.
«A lo largo del país, algunos políticos están tratando de tomar decisiones por nosotras y sobre nuestros cuerpos», dice una petición del movimiento Bans Off Our Bodies (Fuera Prohibiciones de nuestros cuerpos), organizado por grupos como Planed Parenthood y Women’s March.
«No dejaremos que las prohibiciones al aborto que avanzan en el país pongan nuestras vidas y futuros en riesgo, y no nos callaremos mientras sea arrebatado nuestro derecho fundamental a tener el control de nuestros cuerpos», subraya.
Si se anula el fallo de 1973 «será horrible», dijo a la AFP Linda Coffee, que en su momento representó a Jane Roe y que hoy fustiga a una «minoría muy vociferante» de opositores al aborto.
La filtración del borrador de la Corte Suprema, que aún no es definitivo, ha desatado la ira respecto al posible retroceso en los derechos relativos al procedimiento con miras a las cruciales elecciones de medio término de noviembre, en las que el control de ambas cámaras del Congreso estará en juego.
«Todos perdemos»
Los gobernantes demócratas han impulsado medidas para codificar los derechos del aborto en leyes federales, un intento por debilitar a los republicanos en un tema profundamente divisivo previo a las elecciones.
La Ley de Protección a la Salud de las Mujeres aprobada por la Cámara de Representantes (baja) asegura el derecho al personal de la salud a realizar abortos y el derecho a los pacientes de usufructuarlo.
Sin embargo, los republicanos que operan en el Senado de Estados Unidos se negaron votar la medida al comienzo de esta semana.
El resultado legislativo no se corresponde con la opinión de los estadounidenses en general: en un nuevo sondeo de la publicación de periodismo político Político y la firma Morning Consult el 53% de los votantes dicen que la «Roe vs. Wade» no debe derogarse, tres puntos porcentuales más que la semana pasada, mientras 58% considera importante votar por un candidato que respalde el acceso al aborto.
Los estados controlados por los republicanos ya han dado pasos para restringir los derechos abortivos en los meses recientes, y derogar la normativa de 1973 les daría mayor libertad para restringir o prohibir el procedimiento clínico.
«Todos perdemos si la Roe es derogada», tuiteó la directora ejecutiva de Women’s March, Rachel O’Leary Carmona.
«Incluso aquellos en pequeños pueblos conservadores como el mío en Texas que están agradecidos por el aborto que sus esposas tuvieron durante un embarazo que ponía en riesgo sus vidas, o quienes temen que sus nietas no puedan acceder a un aborto si sufrieran violación», alegó.
Una nueva actitud en el mundo económico
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, también advirtió sobre «consecuencias económicas muy dañinas» si se socava el «derecho de las mujeres a decidir cuándo y si quieren tener hijos».
Para los progresistas, el apoyo podría provenir también del mundo económico. Cada vez más empresas, que durante mucho tiempo evitaron este tema, se están posicionando por el derecho al aborto con el surgimiento de una nueva generación de líderes.
El tema siempre ha despertado el activismo, pero la filtración de la evaluación de la Suprema Corte ha provocado un repunte en las manifestaciones.
Las protestas, en su mayoría pacíficas, desataron críticas desde filas republicanas acerca de los derechos a la privacidad de los miembros de la Corte, mientras los activistas responden señalando los años de violentas protestas afuera de clínicas de aborto y de las casas de médicos que proveen el procedimiento.
Y muchos han citado la decisión pendiente de la Suprema Corte como una invasión todavía mayor a la privacidad.
«No puedes quitarme la autonomía sobre mi cuerpo y luego disfrutar tu sábado en casa. Haces una cosa o la otra», dijo Nikki Enfield, una de las manifestantes, a una cadena local afiliada a CBS.