WASHINGTON.- El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), ha entrado con fuerza este sábado en la campaña electoral para las legislativas arremetiendo contra su sucesor, Joe Biden, y dejando claro que no conseguirán silenciarlo y que el verdadero enemigo para Estados Unidos es el mandatario demócrata.
«El enemigo del Estado es él y el grupo que lo controla», ha dicho en un mitin en Pensilvania, estado al que ha acudido para apoyar la candidatura de Mehmet Oz al Senado en los comicios del 8 de noviembre y la de Doug Mastriano a gobernador, y donde ha subrayado que los republicanos volverán a «hacer Estados Unidos grande de nuevo».
Su baño de masas ha tenido lugar en un pabellón de Wilkes-Barre y ha estado centrado tanto en responder al actual inquilino de la Casa Blanca, que el jueves lo consideró un peligro para la democracia, como en defender al movimiento MAGA, acrónimo de «Make America Great Again», que fue su eslogan de campaña y de su presidencia.
«El peligro para la democracia viene de la izquierda radical, no de la derecha», ha señalado Trump, que estima que las elecciones de medio mandato serán un referendo sobre la «inflación disparada», los «millones y millones de inmigrantes» que entran de forma ilegal en el país o la «corrupción y el extremismo de Joe Biden y el Partido Demócrata».
«Los demócratas están inmersos en un intento desesperado por evitar que vuelva a la Casa Blanca, donde saben que limpiaré este desastre de nuevo. Quieren impedir que completemos nuestra misión de recuperar los valores estadounidenses», ha recalcado.
Trump ha subrayado que esa batalla en su contra no podrá con él: «Volveremos a hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo. Nunca les daré la espalda y vosotros nunca me la daréis porque amamos nuestro país y salvaremos nuestra nación de la gente que está intentando destruirla».
GUIÑO A LAS PRESIDENCIALES DE 2024
En 2022 y en las presidenciales de 2024, ha añadido, los republicanos deben «devolverle el poder a la gente» porque, de lo contrario, el país «será destruido». Con esa motivación, ha dejadointuir de nuevo sus intenciones presidenciales, sin anunciarlas abiertamente: «Me presenté dos veces y gané dos veces. Me fue mejor en la segunda que en la primera. Tuvimos muchos millones más de votos. Tal vez tenga que hacerlo de nuevo».
«Este es el año en el que vamos a recuperar el Senado y la Cámara de Representantes. Y lo más importante: en 2024 recuperaremos nuestra magnífica Casa Blanca», ha avanzado Trump, que ha criticado que Estados Unidos tenga actualmente al mando a un presidente «cognitivamente impedido».
Esta comparecencia ha sido su primer mitin desde que su mansión de Mar-a-Lago (Florida) fuera registrada el 8 de agosto por el FBI en busca de documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca al abandonar el poder y Trump había avanzado que iba a ser «épica».
Hasta ahora se había expresado sobre todo a través de su propia red social, Truth Social, con continuos mensajes donde este mismo sábado ha denunciado, por ejemplo, que el FBI «es totalmente corrupto», que «espió» su campaña presidencial o que «robó indiscriminadamente» todo lo que vio a mano en el «allanamiento» de su casa.
«No sólo allanaron mi casa, sino también las esperanzas y sueños de cada ciudadano por el que he luchado», sostiene el ex presidente, que denunció que registraron incluso la habitación de su hijo pequeño, Barron Trump, de 16 años.
Los demócratas, insiste, están intentado silenciarlo. «Están intentando silenciarme a mí y, lo más importante, están intentando silenciaros a vosotros, pero no seremos silenciados», ha añadido en Pensilvania, un estado clave en todas las elecciones, donde Biden ganó en las presidenciales de 2020 y Trump en las de 2016.
La importancia de ese estado hace que no sorprenda que, a dos meses de los comicios de medio mandato, haya sido escenario de distintos actos públicos de ambos políticos, con Trump este sábado y Biden tanto el pasado jueves como este próximo lunes.
Pero el discurso de Trump, de unas dos horas, no se ha centrado sólo en cuestiones de actualidad nacional. Con él en la presidencia, a su juicio, Rusia nunca habría invadido Ucrania: «Fui de lejos el presidente más duro con Rusia. Os garantizo una cosa: conmigo Putin nunca habría ido a Ucrania».