Israel reconoció que el bombardeo a la única iglesia católica de Gaza, la Sagrada Familia, fue un «error». El primer ministro Benjamin Netanyahu expresó su «profundo lamento» por la «munición perdida» que impactó el templo, calificando cada pérdida de vida inocente como una tragedia.
Netanyahu agradeció al Papa León XIV por sus «palabras de consuelo», asegurando que se investiga el incidente y se comprometen con la protección de civiles y lugares sagrados. Unas 400 personas se refugiaban en la iglesia.
Este es el tercer templo cristiano alcanzado por ataques israelíes desde octubre de 2023. Previamente, la Bizantina de Yabalia fue destruida y la ortodoxa griega de San Porfirio sufrió un ataque que causó la muerte de una veintena de cristianos.
El Papa León XIV manifestó «profunda tristeza» por las víctimas, pidiendo un «alto el fuego inmediato» en la Franja. Expresó esperanza por diálogo, reconciliación y paz duradera.
La reacción de Estados Unidos fue contundente. El presidente Donald Trump conversó con Netanyahu y le expresó su «desacuerdo». La Casa Blanca indicó que Trump reaccionó «no positivamente» y que Netanyahu atribuyó el incidente a un «error».
El bombardeo a la Sagrada Familia causó al menos dos muertos (tres según Sanidad gazatí). Entre los heridos, el párroco argentino Gabriel Romanelli.
El incidente fue ampliamente condenado. Pese a ser aliado clave, este ataque tensó la relación Trump-Netanyahu, quien pierde apoyos por la devastadora campaña en Gaza.
La ofensiva israelí, tras ataques de Hamás (1.200 muertos en Israel), ha provocado más de 58.600 palestinos muertos en Gaza, según autoridades. La crisis humanitaria afecta
