Puerto Príncipe, 7 feb (EFE).- El empresario Jovenel Moise asumió hoy como nuevo presidente de Haití para los próximos cinco años, con lo que se puso fin a casi año y medio de parálisis en el país más pobre de América, que aún se recupera de los estragos causados en octubre de 2016 por el huracán Matthew.
Moise, de 48 años, es un joven empresario del banano sin experiencia política, que fue designado por el expresidente haitiano Michel Martelly (2011-2016), como candidato a la presidencia por el Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), que él mismo fundó.
Desde febrero de 2016, cuando Martelly concluyó su mandato de cinco años sin que se hubiera elegido a su sucesor, Haití fue dirigido por un Gobierno provisional encabezado por el expresidente del Senado, Jocelerme Privert.
Necesitará todos los candidatos
En su primer discurso como presidente en los jardines del Palacio Nacional, que quedó prácticamente destruido por el terremoto de 2010, Moise ha apelado a la unidad para construir un mejor Haití para todos.
“Voy a necesitar a todos, los candidatos, los políticos, los que votaron por mí y los que no votaron para cambiar este país, para construir un mejor Haití para todos”, afirmó.
Moise, que juró su cargo en una ceremonia celebrada en el Parlamento, también prometió trabajar para crear las condiciones que permitan mejorar la vida de todos los haitianos.
Haití espera ahora poner fin a la larga crisis política que se inició con la anulación de los resultados de los comicios de 2015, que también daban como ganador a Moise, ante las protestas y el presunto fraude.
Pero el triunfo de Moise en la primera vuelta de las elecciones de noviembre pasado no ha sido reconocido por sus principales adversarios y todavía persiste la tensión política en el país.
A ello se añade el hecho de que en las últimas semanas el flamante presidente se ha visto involucrado en un caso de presunto lavado de dinero, según un informe de la Unidad Central de Información Financiera (Ucref) publicado recientemente, aunque la investigación se había abierto en 2013.
Moise se ha declarado dispuesto a responder por el caso aunque asegura que las acusaciones son falsas.
Además de apaciguar la tensión política, Moise deberá enfrentar importantes retos como impulsar la recuperación de la economía en un país, donde casi el 60% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, el desempleo ronda el 70 %, la inflación el 12 % y todavía se recupera de los devastadores efectos de varios desastres naturales.
El huracán Matthew, que provocó en octubre del año pasado la peor crisis humanitaria después del terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos, ha agravado la situación económica, ha provocado un rebrote del cólera, y son miles las personas que están ahora en riesgo de sufrir escasez de alimentos en el sur del país.
Población sin esperanza
Pese a las promesas del nuevo gobernante, una gran parte de la población no tiene ninguna esperanza de que sus condiciones de vida mejoren.
Aunque algunos consideran que hay que dar una oportunidad a Moise para que la situación en el país cambie, otros ya piensan en sumarse a la lista de miles de haitianos que han emigrado en los últimos años en búsqueda de un futuro mejor.
También hay algunos empresarios, como Jacques, gerente de un hotel de lujo en la capital haitiana, que tienen expectativas de que tras la parálisis que se ha vivido en el último año y medio, el nuevo gobierno impulse el turismo, prácticamente inexistente actualmente.
EEUU fue hoy uno de los primeros países en felicitar a Moise por su investidura como nuevo presidente de Haití, algo que supone el regreso de ese país a un “gobierno democrático y constitucional”.
“Esperamos trabajar con el recién elegido presidente de Haití, así como con el liderazgo en todos los niveles del gobierno mientras ellos trabajan para garantizar la estabilidad y prosperidad de Haití”, declaró en un comunicado el portavoz interino del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner.
Asistió Danilo Medina
A los actos de investidura asistió el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, así como representantes de 78 delegaciones internacionales.
También se anunció la participación del subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, mientras que la delegación de España estuvo encabezada por el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas. EFE
Moise, de 48 años, es un joven empresario del banano sin experiencia política, que fue designado por el expresidente haitiano Michel Martelly (2011-2016), como candidato a la presidencia por el Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), que él mismo fundó.
Desde febrero de 2016, cuando Martelly concluyó su mandato de cinco años sin que se hubiera elegido a su sucesor, Haití fue dirigido por un Gobierno provisional encabezado por el expresidente del Senado, Jocelerme Privert.
Necesitará todos los candidatos
En su primer discurso como presidente en los jardines del Palacio Nacional, que quedó prácticamente destruido por el terremoto de 2010, Moise ha apelado a la unidad para construir un mejor Haití para todos.
“Voy a necesitar a todos, los candidatos, los políticos, los que votaron por mí y los que no votaron para cambiar este país, para construir un mejor Haití para todos”, afirmó.
Moise, que juró su cargo en una ceremonia celebrada en el Parlamento, también prometió trabajar para crear las condiciones que permitan mejorar la vida de todos los haitianos.
Haití espera ahora poner fin a la larga crisis política que se inició con la anulación de los resultados de los comicios de 2015, que también daban como ganador a Moise, ante las protestas y el presunto fraude.
Pero el triunfo de Moise en la primera vuelta de las elecciones de noviembre pasado no ha sido reconocido por sus principales adversarios y todavía persiste la tensión política en el país.
A ello se añade el hecho de que en las últimas semanas el flamante presidente se ha visto involucrado en un caso de presunto lavado de dinero, según un informe de la Unidad Central de Información Financiera (Ucref) publicado recientemente, aunque la investigación se había abierto en 2013.
Moise se ha declarado dispuesto a responder por el caso aunque asegura que las acusaciones son falsas.
Además de apaciguar la tensión política, Moise deberá enfrentar importantes retos como impulsar la recuperación de la economía en un país, donde casi el 60% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, el desempleo ronda el 70 %, la inflación el 12 % y todavía se recupera de los devastadores efectos de varios desastres naturales.
El huracán Matthew, que provocó en octubre del año pasado la peor crisis humanitaria después del terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos, ha agravado la situación económica, ha provocado un rebrote del cólera, y son miles las personas que están ahora en riesgo de sufrir escasez de alimentos en el sur del país.
Población sin esperanza
Pese a las promesas del nuevo gobernante, una gran parte de la población no tiene ninguna esperanza de que sus condiciones de vida mejoren.
Aunque algunos consideran que hay que dar una oportunidad a Moise para que la situación en el país cambie, otros ya piensan en sumarse a la lista de miles de haitianos que han emigrado en los últimos años en búsqueda de un futuro mejor.
También hay algunos empresarios, como Jacques, gerente de un hotel de lujo en la capital haitiana, que tienen expectativas de que tras la parálisis que se ha vivido en el último año y medio, el nuevo gobierno impulse el turismo, prácticamente inexistente actualmente.
EEUU fue hoy uno de los primeros países en felicitar a Moise por su investidura como nuevo presidente de Haití, algo que supone el regreso de ese país a un “gobierno democrático y constitucional”.
“Esperamos trabajar con el recién elegido presidente de Haití, así como con el liderazgo en todos los niveles del gobierno mientras ellos trabajan para garantizar la estabilidad y prosperidad de Haití”, declaró en un comunicado el portavoz interino del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner.
Asistió Danilo Medina
A los actos de investidura asistió el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, así como representantes de 78 delegaciones internacionales.
También se anunció la participación del subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, mientras que la delegación de España estuvo encabezada por el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas. EFE