El matrimonio fue condenado a un régimen cerrado, inicialmente, por 160 días, descontando seis meses que ya cumplió en 2016. Después, serán cuatro años de prisión domiciliaria, con uso de un dispositivo electrónico.
En cuanto a la condena del crimen de lavado, las penas serán sustituidas por las previstas en el acuerdo de delación, una vez que Moro reconoció la contribución de las informaciones prestadas en la colaboración, según dijo al periódico Juliano Campelo Prestes, abogado de la pareja.
En febrero pasado Santana y Mónica habían sido condenados por Moro a ocho años y cuatro meses de prisión por lavado de dinero por su vinculación al esquema de corrupción en Petrobras.
También condenan a exministro
Antonio Palocci, un influyente ministro en los gobiernos de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, fue condenado hoy a 12 años y dos meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, informaron fuentes judiciales.
La sentencia fue dictada por el juez Moro, responsable en primera instancia de los procesos de la gigantesca trama corrupta en la petrolera estatal brasileña Petrobras, y es la primera contra el poderoso exministro, de 56 años e importante dirigente del Partido de los Trabajadores (PT).
Palocci fue detenido a finales de septiembre del año pasado acusado de haber cobrado sobornos por parte del grupo Odebrecht entre 2006 y 2013 a cambio de favorecer la empresa desde el poder.
El exministro fue denunciado por la Fiscalía en octubre de 2016 por haber interferido en una licitación convocada por la estatal Petrobras para la compra de 21 sondas, favoreciendo al grupo Odebrecht.
En su sentencia, Moro afirmó que la práctica del delito de corrupción pasiva implicó el pago a Palocci de 10,2 millones de dólares, “lo que es un valor bastante expresivo”. Para el magistrado, la culpabilidad de Palocci es “elevada” porque actuó mientras era ministro de la Presidencia del gobierno de Dilma Rousseff, “uno de los cargos más importantes y elevados en la administración pública federal”.
“La responsabilidad de un ministro de Estado es enorme, y, por consecuente, también su culpabilidad cuando practica crímenes”, agregó la sentencia. Palocci es reo en otro proceso alrededor de las corruptelas en Petrobras.
En este caso, por su participación en ocho contratos entre Odebrecht y Petrobras que generaron desvíos de cerca de 75 millones de reales (unos 22,5 millones de dólares).
Parte del dinero, unos 12,4 millones de reales (3,7 millones de dólares) habría sido usado para comprar un terreno donde debía construirse una sede del instituto que dirige el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien también responde en cinco causas penales por supuesta corrupción.
En las últimas dos décadas, Palocci fue una de las figuras más importantes del PT, fundado por Lula y al que pertenece también Rousseff, que es una de las formaciones más salpicadas por la corrupción en Petrobras.
En 2002, Palocci fue uno de los coordinadores de la campaña que llevó al poder a Lula, quien lo nombró ministro de Hacienda en 2006.
Tres años después se vio obligado a renunciar en medio de un sonoro escándalo de corrupción, pero por su peso político regresó al poder en 2011, cuando Rousseff sustituyó a Lula y lo designó como ministro de la Presidencia.
Sin embargo, permaneció en ese cargo sólo seis meses, pues, como cuando era ministro de Hacienda, fue salpicado por nuevas sospechas de corrupción y la propia Rousseff le pidió la dimisión.