La resolución, a la que se adhirieron los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) fue sorprendentemente aprobada por consenso -sin que EE.UU. hiciera patente su oposición- durante una sesión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA, con sede en Washington.
Justo después de la aprobación, el embajador de EE.UU. ante la OEA, Carlos Trujillo, pidió la palabra para defender que su país es una “casa de bienvenida para los inmigrantes”, pero que tiene el derecho “soberano” a defender sus fronteras y fijar su política migratoria.
Promesas. Niños y trabajadores son vistos en un campamento cerca del puerto de entrada de Tornillo, en Texas, usado por el gobierno de Trump para albergar a los niños inmigrantes separados de sus padres.
La iniciativa aprobada sirve para “manifestar enérgicamente el rechazo a cualquier política migratoria que conduzca a la separación de familias, porque genera una práctica violatoria de los derechos humanos, en particular de niñas, niños y adolescentes”, según consta en el texto.
Además, con su aprobación, la OEA urge a Washington a “evitar la separación de familias” y “a tomar los pasos necesarios para reunificar a los niños con sus padres lo antes posible”.
Uno de los puntos más importantes es la petición a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que visite la frontera sur e “implemente las medidas que estime pertinentes, incluyendo la eventual adopción de medidas cautelares”.
Hasta ahora, la CIDH, órgano autónomo de la OEA, no ha dictado ninguna medida cautelar para instar al Gobierno a proteger a los niños inmigrantes, aunque el 18 de junio expresó su “profunda preocupación” por la separación de familias, muchas procedentes de Centroamérica.
La CIDH ha recibido peticiones desde varios grupos, como el Texas Civil Rights Project, que asesora legalmente a inmigrantes, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, a la que se han sumado instituciones dedicadas a la defensa de derechos humanos de los Gobiernos de Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras.
En respuesta a esas solicitudes, la Comisión pidió este mes a las autoridades estadounidenses información sobre la separación de familias para decidir si dicta medidas cautelares.
Esta es la primera vez que la OEA dedica un Consejo Permanente a la política de “tolerancia cero”, que ha llevado la separación de 2.300 niños de sus familias. EFEUSA