SANTO DOMINGO.- El merenguero Rafa Rosario opinó que en estos momentos «no podemos ser blandengues» sino fuertes ante el problema  que para la República Dominicana representa la creciente inmigración haitiana.

“El problema haitiano, dijo, es un tema muy serio, que hay que cogerlo con pinza, pero fuerte; debemos ponerle mucho cuidado, porque como escribí aquella vez, y ya está muy dicho, de 10 parturientas en los hospitales, ocho son haitianas…», enfatizó,

A su juicio, mientras las mujeres dominicanas están «dejando de parir» y algunas apenas dan a luz un máximo de tres hijos por una familia,  las haitianas están alumbrando en la República Dominicana hasta  «ocho, nueve o diez hijos”-

Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que se difunde por Telesistema Canal 11, y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el artista consideró que este problema  amenaza la identidad nacional.

Pidió ser fuerte como en otros países y hacer respetar nuestra nacionalidad, y trabajar para que el dominicano mantenga su cultura, su orgullo nacional.

SOBRE SU ORQUESTA

El líder de la banda Los Hermanos Rosarios reveló que su padre fue el primer socio y principal accionista de dicha orquesta porque vendió “su casita” para comprar los instrumentos e iniciar una de las empresas musicales más exitosa de los últimos 40 años.

Dijo que la clave para mantenerla unida es el respeto y no discutir por temas económicos, que es lo que divide a una familia con negocio en común.
                                                                                                                 

 CRITICA OBSCENIDAD EN MERENGUE TÍPICO

Rosario mostró su preocupación por lo que califica como descomposición y uso de palabras obscenas en el merengue típico.

“Ahora mismo se está dañando nuestra música más autóctona que es el perico ripiao, la música de tierra adentro está con una descomposición de letras y de temas que dan pena escucharlo”, indicó al criticar que se premie lo burdo, la poca educación, la falta de cultura y el irrespeto.

 Deploró que el país carezca de una política de Estado para promover el Merengue, que se baile, divulgue en las emisoras, promueva escuelas musicales y formen músicos para tocarlo.