“Ante los terribles hechos acaecidos en la Comandancia de la Policía del Estado Carabobo, donde por un presunto incendio fallecieron 68 personas, hemos designado cuatro fiscales (…) para esclarecer estos dramáticos hechos”, señaló el fiscal general, Tarek William Saab, en Twitter.
Dada la confusión que rodeó los hechos y el silencio de las autoridades sobre el asunto, en un principio llegó a bajararse la cifra de 78 víctimas, por lo que se ha tardado horas en conocer el número real de muertos. Según los expertos en el tema carcelario, se trata de uno de los accidentes más graves de la historia penal del país. Concretamente, el segundo, después del incendio de la cárcel de Sabaneta, también tras un motín hace más de 20 años.
El calabozo de PoliCarabobo, la comandancia de la policía regional, como todos los centros carcelarios del país, presenta niveles importantes de hacinamiento. El motín se produjo durante el día de visitas conyugales. Según las informaciones, los reos habrían atrapado a uno de los soldados de vigilancia, e intentaron tomarlo como rehén, hiriéndole con una navaja. Uno de los cabecillas de la rebelión exigió ciertas condiciones a las autoridades como requisito para liberarlo, amenazando a la custodia con una granada. Como las autoridades no respondían a sus planteamientos, los reos comenzaron a quemar colchones para agravar la protesta. Esta circunstancia desencadenó la tragedia.
Efectivos de los bomberos y la policía trabajaron con afán para abrir boquetes en las paredes que aliviaran la concentración de humo y permitieran salir a otros presos. La desesperación reinaba en las afueras del edificio entre los familiares de los reos presentes en la visita. Los sobrevivientes, asfixiados, convalecientes, a punto de desmayo, fueron colocados en los patios interiores. Hay un número indeterminado de heridos. Cuerpos de bomberos de los municipios Valencia y San Diego, trabajan activamente contra el fuego. La mayoría de las víctimas, según los reportes, han muerto por asfixia.
Voceros de la Oposición y dirigentes de Organizaciones No Gubernamentales han señalado directamente a Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, y uno de los cuadros más rabiosamente radicales del chavismo, como responsable política del la tragedia. Ni Varela, ni Maduro, ni el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, se han pronunciado sobre el hecho.