Entre los procesados están seis médicos de Michigan, acusados de tramar la venta de opioides innecesarios. Un centro de rehabilitación en Florida está acusado de atraer a drogadictos dándoles cupones para regalos e invitándoles a clubes de striptease, y de haberse enriquecido con 58 millones de dólares en base a tratamientos y pruebas innecesarios.
Entre los acusados hay 120 personas involucradas en prescribir y distribuir narcóticos, dijeron las autoridades.
“Eran totalmente indiferentes a las desastrosas consecuencias de sus acciones. Con esa conducta, no sólo se enriquecieron a costa de los contribuyentes sino que generaron y perpetuaron adicciones”, dijo Sessions.
Añadió que unos 300 profesionales de la salud están siendo suspendidos o excluidos de programas federales de atención médica.
El Departamento de Justicia informó que los procesados estaban facturando ilegalmente al Medicare, al Medicaid, y al programa que da cobertura médica a los militares y a sus familiares. Se les acusa, entre otras cosas, de cobrar compensación por medicamentos que no eran necesarios y que nunca fueron adquiridos ni cedidos a los pacientes.